Alkalinity
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Pueden ocurrir daños por alcalinidad a lo largo de todo el ciclo de crecimiento del cultivo. Las hojas cambian a un color que va del blanco al café rojizo comenzando, generalmente, desde la punta de la hoja. En condiciones alcalinas severas la decoloración se extiende al resto de la lámina de la hoja y las hojas pueden marchitarse, dando a la planta un aspecto chamuscado. También es evidente una deformación en forma de enrollamiento de las hojas. Los suelos muy alcalinos también inhiben el crecimiento de la planta y la producción de brotes, lo cual retrasa el crecimiento. En plantas que alcanzan la etapa de floración, la alcalinidad retrasa la floración y provoca puntos blancos. Los síntomas se pueden confundir con una deficiencia de nitrógeno.
Los suelos alcalinos se pueden corregir agregando al suelo un compost orgánico, residuos compuestos de pelo o plumas, basura orgánica, papel usado o desperdicio de limones o naranjas para incorporar material acidificante (material inorgánico u orgánico) al suelo. Es posible acidificar el suelo agregando minerales como pirita o, más económico, sulfato de aluminio. Para reducir el pH del suelo agregue materiales acidificantes como azufre o musgo de turbera.
La alcalinidad del suelo se puede corregir de diferentes maneras, dependiendo de la gravedad del problema. Las enmiendas para el suelo que contienen yeso se usan con mayor frecuencia para corregir el exceso de sodio en suelos con bajo contenido de cal. Para que funcionen de manera efectiva, debe de acompañarse de un drenaje con grandes cantidades de agua para eliminar el sodio de la zona de la raíz. El calcio soluble en el yeso desplaza los iones de sodio y estos se lixivian con el exceso de agua. En suelos con suficiente carbonato de calcio se puede usar azufre en el suelo o, incluso, ácido sulfúrico concentrado en lugar de yeso. Para recuperar suelos alcalinos también se pueden usar cloruro de calcio (CaCl2) o programas de fertilización a base de urea.
La alcalinidad indica presencia de iones en el suelo que elevan el pH. Se trata de una característica de los suelos arcillosos, sódicos o calcáreos, con una mala estructura del suelo y una baja capacidad de filtración. La alcalinidad puede dañar las raíces de las plantas y perjudicar su capacidad para absorber agua y extraer nutrientes esenciales del suelo. Se producirá un crecimiento deficiente de la raíz y un deterioro en el crecimiento de la planta. Los suelos alcalinos pueden limitar la disponibilidad de nutrientes esenciales para la planta y ocasionar deficiencias de fósforo y zinc y hasta, posiblemente, deficiencia de hierro y toxicidad por boro. Los niveles elevados de pH no se consideran propiamente un problema grave en el arroz inundado. Sin embargo, puede afectar a las plantas en áreas de secano con poca lluvia o en áreas irrigadas con poco suministro de agua. No es de extrañar que, por lo general, se observe en regiones semiáridas y que suela asociarse con la salinidad.