Phosphorus Deficiency
Deficiencia
Los síntomas de deficiencia de fósforo pueden aparecer en todas las etapas, pero son más evidentes en las plantas jóvenes. A diferencia de otros nutrientes, los síntomas de esta deficiencia generalmente no son muy evidentes y pueden ser difíciles de identificar. En casos leves, una posible indicación de este trastorno es que las plantas quedan enanas o atrofiadas. Sin embargo, no se observan síntomas evidentes en las hojas. Cuando la deficiencia es severa, los tallos y pecíolos muestran una pigmentación de verde oscuro a púrpura. Los lados inferiores de las hojas más viejas también muestran una pigmentación púrpura, comenzando en las puntas y los márgenes y luego se expande al resto de la lámina. Estas hojas pueden volverse coriáceas, es decir, con aspecto de cuero, y las venas pueden formar una red de color marrón. En algunos casos las plantas con deficiencia de fósforo tienen las puntas quemadas y desarrollan clorosis, así como parches necróticos en los márgenes de las hojas. Producen flores y frutos, pero la producción de fruta es escasa.
Los niveles de fósforo en los suelos se pueden restituir aplicando estiércol de corral u otros materiales (mantillo orgánico, compost y guano) o una combinación de los mismos. La incorporación de residuos en el suelo después de la cosecha también puede contribuir a mantener un equilibrio favorable de fósforo a largo plazo y a mejorar la estructura del suelo. La descomposición de la materia orgánica proporciona un suministro constante de fósforo que la planta puede aprovechar.
Otras recomendaciones:
En cada tipo de cultivo existen diferencias en la susceptibilidad a la deficiencia de fósforo. Las raíces absorben iones de fosfato disueltos en el agua del suelo. Los suelos calcáreos con altas concentraciones de calcio pueden ser deficientes en fósforo. Sin embargo, por lo general, es la disponibilidad de este nutriente lo que queda limitada porque el fósforo se adhiere a las partículas del suelo y no puede ser absorbido por la planta. Tanto los suelos alcalinos como los suelos ácidos pueden mostrar una baja disponibilidad. Los suelos con poca materia orgánica y los suelos ricos en hierro también pueden ocasionar problemas. El clima frío que impide el desarrollo y la función adecuados de las raíces también pueden dar paso a este trastorno. Las condiciones de sequía o las enfermedades que reducen la capacidad de las raíces de absorber agua y nutrientes pueden desencadenar síntomas de deficiencia. Por el contrario, la humedad del suelo aumenta la absorción de este nutriente y produce cosechas significativamente mayores.