Melanaspis glomerata
Insecto
Los tallos y las venas principales de las hojas se cubren de cochinillas circulares de color marrón o negro grisáceo. Las puntas de las hojas de las cañas infestadas se secan y las hojas desarrollan un color verde pálido poco saludable. Si la infestación continúa, las hojas se vuelven amarillas. Además, al perder savia las hojas no se abren, lo que finalmente las vuelve amarillas y provoca que se sequen. Finalmente la caña se seca y al abrir una hendidura luce de color rojo parduzco. Las cañas infestadas se arrugan y quedan cubiertas totalmente por la plaga que forma incrustaciones en el tallo cuando la infestación es severa. Debido a sus hábitos sedentarios y su tamaño diminuto, el insecto pasa desapercibido por los productores de caña. Su presencia se vuelve evidente solo después de que ha producido daños severos.
Sumerja los plantones en una emulsión de jabón de colofonia con aceite de pescado al 1%. Rocíe aceites blancos (en follaje y tallos), ya que poseen cierta efectividad para combatir las cochinillas jóvenes. Libere huevos de Chilocorus nigritus o Pharascymnus horni a razón de 5 CC/AC. Introduzca parasitoides himenópteros como Anabrotepis mayurai, Cheiloneurus sp. y ácaros depredadores como Saniosulus nudus y Tyrophagus putrescentiae, ya que pueden alimentarse de las cochinillas.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Remoje los plantones en solución de malatión al 0.1% antes de plantar. Rocíe dimetoato a razón de 2 ml/l o monocrotofos a 1.6 m/l después del deshoje. Trate los sedimentos con acefato 75 SP a razón de 1 g/l, dos veces después del deshoje y justo antes de la aparición inicial de la plaga.
Los daños son causados por las ninfas de las cochinillas. Las hembras son ovovivíparas, lo que significa que las crías nacen de los huevos dentro del cuerpo de las hembras. Al nacer, las ninfas (cochinillas jóvenes inmaduras) deambulan en busca de un sitio del cual alimentarse. Clavan sus aparatos bucales con forma de aguja, extraen la savia de la planta y no se vuelven a mover. La infestación comienza con la formación de entrenudos y continúa aumentando a medida que crece la planta de caña. Las ninfas succionan la savia de las plantas. En una infestación severa también se infestan las vainas de las hojas, sus láminas y venas principales.