Crocidolomia binotalis
Insecto
Los síntomas iniciales se caracterizan por la aparición de una red de seda que envuelve las hojas. En las hojas se pueden observar daños causados por la alimentación de los insectos y al final quedan esqueletizadas. Las hojas internas de las coles suelen estar dañadas. Se alimentan de las yemas florales y también producen orificios en las vainas. Las orugas dejan excrementos sobre las hojas y los corazones de las coles. Los huevos se pueden encontrar en el lado inferior de las hojas. La salud de las plantas afectadas se deteriora debido a los daños en las hojas.
Use Bacillus thuringiensis (Bt) tan pronto como identifique daños (debe aplicarse por la noche). Rocíe perfectamente hasta cubrir completamente las plantas , ya que el objetivo es matar a las orugas haciéndolas consumir el insecticida. Los huevos no son susceptibles al Bt, pero las larvas pequeñas son más susceptibles que las que están completamente desarrolladas. Use neem fresco, hierba de limón, jengibre u otros pesticidas botánicos a razón de 1 litro/15 litros de agua.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Evite hacer uso de insecticidas de amplio espectro (como piretroides y organofosfatos) ya que matarían a los depredadores naturales. Rocíe insecticidas como fosalona, fenvalerato, cipermetrina o deltametrina. No use de forma repetida insecticidas con un modo de acción similar.
Los daños son causados por las larvas de Crocidolomia binotalis. Las larvas rara vez atacan las plántulas pero se alimentan de las plantas en cualquiera de sus etapas. Ponen huevos en el lado inferior de las hojas exteriores en grupos de 40 a 100. Al principio lucen de color verde pálido y luego se vuelven de color amarillo brillante. Justo antes de eclosionar se tornan marrones. Las larvas de oruga recién nacidas miden unos 2 mm de longitud y crecen hasta los 20 mm; al madurar desarrollan una vellosidad larga. En las etapas posteriores las orugas tejen redes gruesas sobre las hojas y se alimentan debajo de ellas. Las polillas suelen permanecer activas durante la noche y pueden infestar los cultivos desde las primeras etapas y hasta el período de cosecha. También infestan rábanos, mostaza, nabos y otras crucíferas. Los excrementos hacen que los vegetales no sean aptos para el consumo.