Melanagromyza sojae
Insecto
Los daños se caracterizan por la descomposición de los tejidos del tallo. Se vuelven blandos y de color marrón rojizo. Los síntomas externos se reducen a los diminutos orificios perforados para la oviposición y la alimentación del insecto en la base de la lámina de las hojas. Se infestan las plantas de 5 a 8 cm de altura. El diámetro del tallo puede reducirse, así como la altura de la planta (enanismo). Cuando la infestación ocurre durante la fase productiva, las vainas se reducen, lo cual produce una pérdida de frutos.
Los M. sojae tienen una gran cantidad de depredadores y otros enemigos naturales, los cuales suelen ser suficientes para controlar su propagación. Las avispas parasitoides como Cynipoidea sp., Sphegigaster sp., Eurytoma melanagromyzae, Syntomopus carinatus y Aneuropria kairali reducen la plaga en un 3% con Sphegigaster sp. y hasta un 20% con E. melanagromyzae. Cynipoidea sp. y E. melanagromyza se pueden usar en métodos integrados de control de plagas.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos. Es importante implementar medidas ya sea en la siembra, como tratamientos del suelo, o inmediatamente después de la germinación empleando sprays foliares con lambda-cialotrina al 4.9% CS, tiametoxam al 12.6% ZC y lambda-cialotrina al 9.5% ZC, o indoxacarb al 15.8% EC.
Los síntomas son causados principalmente por las larvas de la mosquita de la soja, Melanagromyza sojae. Los adultos son pequeñas moscas negras. Las hembras ponen sus huevos en el suelo cerca de los tejidos vegetales. Después de que la larva eclosiona, penetra en el tallo y se alimenta de las secciones superiores o bien de las raíces. Este movimiento hacia arriba y abajo puede producir el marchitamiento de la parte superior. En una etapa posterior, la larva desarrollada sale del tallo, llena el orificio con residuos y pupa cerca del orificio que creó. Si se realiza un corte en el tallo se observan los túneles producidos por la alimentación del insecto. Se ha observado que la segunda y la tercera generación causan daños mayores. Los M. sojae rara vez matan las plantas hospederas, pero pueden causar pérdidas económicas. Cuanto más tarde ocurra la infestación, menor es la pérdida de cosechas. Se ha dado a conocer que los Ophiomyia phaseoli causan un daño severo antes que los M. sojae, lo que implica que los daños no se puede atribuir a los M. sojae en un 100%. La mosquita de la soja está presente en diversas zonas ecoclimáticas y ha atacado varias especies de leguminosas o legumbres.