Delia platura
Insecto
Las larvas se alimentan de la materia orgánica del suelo y de los brotes de las plántulas. También perforan las semillas y con frecuencia, destruyen los tejidos en crecimiento, previniendo la germinación. Si logran desarrollarse, las plántulas muestran un daño evidente de la alimentación de los gusanos en las hojas jóvenes, que puede resultar en la putrefacción de las mismas. Las plántulas se convierten en plantas deformadas, retorcidas, que dan pocas semillas y de baja calidad y, por consiguiente, con rendimientos bajos. Si los suelos húmedos coinciden con períodos prolongados de un clima fresco y humedad alta, el daño puede ser importante.
Debido a su vida subterránea, los gusanos del maíz no parecen tener muchos enemigos naturales. Sin embargo, pueden ser depredados por escarabajos de tierra, arañas y aves. Las larvas también pueden verse afectadas por enfermedades fúngicas. Sin embargo, estos depredadores, así como las enfermedades fúngicas, no parecen proporcionar un control suficiente. Las moscas se sienten atraídas de manera natural por los colores relucientes, así que se pueden atrapar en cubos brillantes con agua jabonosa.
Siempre opte por un enfoque integrado con medidas preventivas junto con tratamientos biológicos, cuando estén disponibles. Las semillas se pueden tratar con un insecticida para protegerlas del gusano. También se pueden utilizar insecticidas que se aplican al suelo.
Los adultos se parecen a las moscas domésticas en color, pero son más pequeños y más esbeltos. Pasan el invierno en el suelo cerca de raíces viejas y residuos de plantas. Emergen en primavera tan pronto como se plantan las semillas y las temperaturas son favorables. Las hembras ponen sus huevos en suelos húmedos que contienen grandes cantidades de material en descomposición o estiércol. Las larvas son de color blanco amarillento y sin piernas. Nacen después de aproximadamente una semana y luego, empiezan a comer la materia orgánica en descomposición y las plántulas. El daño es mayor en condiciones climáticas frías y húmedas que favorecen el ciclo de vida de la plaga y su alimentación. A su vez, el clima cálido y soleado dificulta la deposición de huevos y también hace que las plantas crezcan más rápido y más duras.