Oxycenus maxwelli
Ácaro
Los ácaros del olivo se alimentan de los brotes suculentos en la parte superior del follaje, dañando los tejidos en crecimiento. Los síntomas de un ataque de estos ácaros incluyen la presencia de manchas o decoloración de las hojas y el posterior enrollamiento a lo largo de la sección media, reulstando en una forma de hoz. Otros signos de la infestación son los brotes vegetativos muertos en primavera, la decoloración de los capullos florales, las flores que se marchitan y su abscisión, así como un crecimiento de brotes retrasado. Los entrenudos jóvenes pueden quedar malformados causando un efecto de "escoba de bruja" cuando se observan desde la distancia. Esta plaga no suele ser un problema importante ya que el olivo es capaz de soportar la infección y recuperarse por sí solo. Sin embargo, en los olivos muy jóvenes, una infestación severa puede dificultar seriamente el crecimiento de la planta.
Las catarinas y algunos tipos de ácaros depredadores se alimentan de O. maxwelli y se pueden introducir en los huertos. Asegúrese de no matarlos usando insecticidas a gran escala. Se pueden usar aceites de verano hortícolas, que son menos perjudiciales para los enemigos naturales que los productos a base de azufre humectable, ya que tienen un tiempo residual más corto. Los aceites se deben aplicar a los olivos bien regados cuando las temperaturas son frescas.
Opte siempre por un enfoque integrado con medidas preventivas junto con tratamientos biológicos, cuando estén disponibles. Si encuentra poblaciones abundantes, los olivos se deben tratar antes de que los brotes florezcan. El azufre húmedo ha demostrado ser eficaz, pero puede causar daño al árbol a temperaturas por encima de los 32°C. A altas temperaturas, el polvo de azufre es más seguro que usar sulfuro humectable. Rociar azufre es otra opción.
Los síntomas son causados por la actividad alimentaria del ácaro del olivo, Oxycenus maxwelli. Es un organismo diminuto (0.1-0.2 mm) que no es visible a simple vista. Es de color amarillento a café oscuro, de movimiento lento, y tiene un cuerpo en forma de cuña y aplanado que es típico de muchas especies de esta familia. Dado que se alimentan exclusivamente en los olivares, su ciclo de vida está estrechamente relacionado con el del olivo. En la primavera, se mueven a las hojas nuevas y los capullos para reproducirse, y allí las hembras ponen alrededor de 50 huevos. Las larvas y las ninfas emergentes se alimentan en cantidades de las flores y pueden acortar los tallos, haciéndolos caer prematuramente. Más tarde, los ácaros pueden atacar las frutas jóvenes y causar que los tejidos alrededor de los sitios de alimentación se marchiten y se decoloren.