Xanthomonas citri pv. mangiferaeindicae
Bacteria
Los síntomas principales de la mancha negra bacteriana del mango aparecen en las hojas y frutas, aunque, en casos severos, también puede afectar las ramas y ramitas. Inicialmente aparecen pequeñas lesiones negras y acuosas en las hojas. Estas lesiones que lucen como manchas están rodeadas de márgenes cloróticos y quedan delimitadas por las venas. A medida que la enfermedad progresa las manchas se secan y las hojas comienzan a caer hasta causar la defoliación. Durante las primeras etapas aparecen manchas acuosas en las frutas infectadas y luego se convierten en cráteres oscuros en forma de estrella que supuran resina infecciosa que atrae a patógenos oportunistas. Las infecciones leves disminuyen la calidad de la fruta mientras que aquellas con infecciones más graves llegan a caer. Las lesiones pueden dar lugar a que las ramas y los tallos se agrieten y se ennegrezcan, lo que a su vez puede debilitar la estabilidad del árbol.
Se ha demostrado que para prevenir y diezmar las infecciones resulta útil rociar de manera regular productos que contengan oxicloruro de cobre. Los agentes de control biológico como el Acinetobacter baumanii implementados en los árboles infectados también pueden reducir notablemente la población de X. citri.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Para controlar la mancha negra bacteriana del mango puede rociar compuestos que contengan metil-tiofanato o benzimidazol.
La enfermedad es causada por una cepa de la bacteria Xanthomonas citri. Puede sobrevivir hasta 8 meses en los tejidos vivos. Infecta los árboles a través de heridas y orificios naturales. Los patógenos pueden propagarse de un árbol a otro o entre sembradíos a través del agua de lluvia cuando lluevo con viento o por medio de las herramientas utilizadas en las actividades de control, como la poda. La diseminación también se puede producir a través de material vegetal infectado o, en el caso de las frutas, por contacto. Las temperaturas más favorables para una infección de mancha negra bacteriana oscilan entre los 25 y 30 °C. Una concentración elevada de humedad también propicia las infecciones. La propagación de la enfermedad puede reducirse con el uso de rompevientos o sembrando especies de árboles con follaje denso alrededor del huerto.