BYMV
Virus
Los síntomas varían mucho dependiendo del tipo de virus, el cultivo y las variedades en cuestión, la etapa de crecimiento en el momento de la infección y las condiciones ambientales. En las hojas, incluyen necrosis de la punta, manchas, presencia de mosaicos y el desarrollo de manchas cloróticas. El síntoma más llamativo de todos es el moteado amarillo y verde que contrasta con el follaje. En algunos casos, las áreas de tejido verde oscuro se elevan por encima del tejido clorótico circundante. En algunos cultivos, las venas se pueden volver transparentes. Las hojas se pueden deformar como consecuencia de un crecimiento desigual y sus márgenes se pueden curvar hacia abajo. A pesar de que las vainas no parecen verse afectadas directamente, con frecuencia, están menos desarrolladas, deformadas y tienen menos semillas. En general, las plantas muestran un retraso en el crecimiento.
El control de las poblaciones de áfidos es esencial para controlar la transmisión del virus del mosaico del frijol. Revise la parte inferior de las hojas para detectar los áfidos y, si los hay, utilice un jabón insecticida, aceite de neem o productos orgánicos a base de piretroides para tratarlos inmediatamente. También se pueden utilizar depredadores que se alimentan de áfidos.
Siempre opte por un enfoque integrado con medidas preventivas junto con tratamientos biológicos, cuando estén disponibles. No existen los tratamientos contra los virus y controlar totalmente la población de áfidos es difícil. De hecho, no se pueden eliminar los áfidos con rapidez suficiente como para prevenir la propagación del virus. El aceite mineral (1%), solo o mezclado con insecticidas, reduce considerablemente la propagación del virus. Sin embargo, es caro y se deben repetir los tratamientos con frecuencia para proteger los brotes en desarrollado. También puede que se reduzca el rendimiento de la planta.
Los síntomas son causados por el virus del mosaico amarillo del frijol (BYMV, según sus siglas en inglés). Con frecuencia, existe una co-infección con otros virus, lo cual explica la variedad de síntomas. El virus del mosaico del pepino (CMV, según sus siglas en inglés) es uno de los agentes co-infectantes más habituales. Además de los frijoles, también puede infectar otros cultivos leguminosos importantes, como los cacahuates, la soja o las habas. Varias especies de trébol, alfalfa y altramuz pueden servir como huéspedes alternativos durante el invierno. Otras plantas huésped no leguminosas incluyen algunas flores, como el gladiolo. El virus se transmite principalmente de planta a planta a través de un vector, aunque hay algunas sospechas de que también se podría transmitir por semilla. Más de veinte especies de áfidos pueden portar el virus de manera no persistente, incluyendo Acyrthosiphon pisum, Macrosiphum euphorbiae, Myzus persicae, Aphis fabae. También se puede propagar a través de injertos con partes de plantas contaminadas o inoculación mecánica.