Citrus leprosis virus sensu lato
Virus
El virus produce síntomas localizados en hojas, tallos y frutas. En las hojas las lesiones características suelen ser grandes y circulares (de 5 a 12 mm de diámetro), de color amarillo claro a marrón oscuro y con una mancha necrótica central de 2 a 3 mm de diámetro. Este punto de alimentación está rodeado por un halo clorótico que al desarrollarse puede formar de 1 a 3 anillos concéntricos que llegan a unirse. En las lesiones más viejas también se puede observar un punto central más oscuro. En los tallos jóvenes las lesiones son pequeñas, cloróticas y superficiales. Con el tiempo se extienden a lo largo del tallo y se unen, se secan y adquieren un color marrón oscuro o rojizo. Al realizar un corte longitudinal en el eje de crecimiento se observa que las lesiones se extienden al interior de la rama. En las frutas se pueden observar muchas lesiones oscuras y hundidas que afectan solo la parte externa. Las frutas pueden caerse o simplemente quedan inservibles para la venta.
Los depredadores de los ácaros vectores frecuentemente se encuentran en los mismos entornos que la especie Brevipalpus. Los ácaros de la familia Phytoseidae, como las especies de los géneros Euseius, Amblyseiu, Phytoseiulus o Iphiseiodes zuluagai, son los principales enemigos naturales del ácaro vector B. phoenicis en las plantaciones de cítricos. Para reducir las poblaciones también se pueden usar formulaciones que contengan hongos entomopatógenos del género Metarhizium o Hirsutella thompsonii.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Para combatir los ácaros que portan el virus de la leprosis de los cítricos se recomienda usar formulaciones de miticidas que como ingrediente activo contengan acrinatrin, azociclotina, bifentrina, cihexatina, dicofol, hexitiazox, óxido de fenbutatin.
Los síntomas son causados por un grupo de tres virus que causan síntomas similares en los hospederos cítricos. Estos virus son transmitidos, en mayor o menor medida, por varios ácaros del género Brevipalpus. Por ejemplo, de los tres ácaros que se sabe que transmiten la enfermedad en California, B. californicus, B. obovatus y B. phoenicis, este último se considera el vector principal. Además de los cítricos, tienen una amplia gama de hospederos y están distribuidos extensamente. Todas las etapas activas de los ácaros (larvas, ninfas y adultos) pueden adquirir y transmitir el virus, aunque se ha informado que las larvas son las que lo transmiten más fácilmente.