Albugo candida
Hongo
La roya blanca puede infectar una planta tanto a nivel local como sistémico. Los síntomas varían según el tipo de infección. La infección local aparece como ampollas que, en las primeras etapas, se observan en el envés de las hojas, los tallos más pequeños y las partes florales. Las pústulas miden aproximadamente de 1 a 2 mm de diámetro y son de color blanco o amarillo cremoso. A medida que progresan los síntomas, aparecen áreas circulares de color verde claro a amarillo en la superficie superior de la hoja que corresponden a las ampollas blancas de la parte inferior de las hojas. En las infecciones sistémicas, la enfermedad crece en todo el tejido de la planta, lo que da como resultado un crecimiento anormal, la distorsión de las plantas afectadas o la formación de agallas.
Utilice extractos de plantas de neem, cebolla y ajo. El aceite esencial de eucalipto tiene una amplia actividad antifúngica y es eficaz contra la roya blanca tanto en la fase de la hoja como en la fase de la cabeza.
Considere siempre un enfoque integrado de medidas preventivas junto con tratamientos biológicos, si están disponibles. Use dosis de mancozeb o metalaxyl y mancozeb para el tratamiento de semillas. Las aplicaciones deben realizarse al suelo y posteriormente aplicarse al follaje. La frecuencia de las aplicaciones varía según la duración del cultivo y la cantidad de lluvia. En ambientes templados se sugiere una aplicación al suelo y un mínimo de 1-2 aplicaciones foliares durante el ciclo de cultivo.
La enfermedad foliar es causada por el hongo de Albugo o Pustula. En algunas plantas, como las Brassicas, la ampolla blanca y el mildiú pueden aparecer juntos. Las ampollas contienen esporas blancas pulverulentas que se esparcen por el viento cuando se liberan. Las mejores condiciones para la germinación de la roya blanca varían de 13 °C a 25 °C, humedad en las hojas durante un mínimo de dos a tres horas y una humedad relativa de más del 90%, alta humedad del suelo y lluvias frecuentes. Las oosporas del suelo y los esporangios de las malezas huéspedes perennes de la vecindad favorecen la diseminación primaria. La propagación secundaria se ve favorecida por los conidios (esporangios) transportados por el viento y las salpicaduras de lluvia o por las zoosporas autónomas (insectos) que infectan las plantas vecinas. Afecta a muchas especies del género Brassica pero también a crucíferas vegetales, plantas ornamentales y numerosas malezas. Las esporas pueden permanecer en el suelo durante al menos tres años.