Fusarium mangiferae
Hongo
La enfermedad es causada por la especie de hongo Fusarium mangiferae. Las malformaciones vegetativas son comunes en plántulas jóvenes. Las plántulas producen pequeños brotes con pequeñas hojas escamosas que dan una apariencia abultada en el ápice del brote. Las plántulas inhiben su crecimiento y, con el tiempo, mueren. Las variaciones en las panículas se pueden observar en las malformaciones de las inflorescencias. Las panículas muy deformadas son compactas y abultadas debido a que las flores son más grandes. Las plantas afectadas desarrollan anormalidades y brotes y flores más densos. Los puntos vegetativos, como los brotes de hojas y tallos, producen brotes deformes con entrenudos cortos y hojas quebradizas. Las hojas son significativamente más pequeñas que las de las plantas sanas. Una misma planta puede presentar crecimiento normal y malformaciones simultáneamente.
Use extracto de hoja de Datura stramonium (Alcaloides), Calotropis gigantea y árbol de neem (Azadirachtin) para reducir las infecciones. El Trichoderma harzianum también es efectivo para controlar el crecimiento del patógeno. Las plantas enfermas deben destruirse. Use material de siembra sin enfermedades. No use esquejes de árboles infectados.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. El captan al 0.1% ayuda a controlar la propagación de la enfermedad. Rocíe insecticidas con folidol o metasistox como medida de control. Rocíe carbendazim al 0.1% en intervalos de 10, 15 o 30 días durante la etapa de floración. El ácido naftalenacético (NAA) a 100 o 200 ppm reduce la incidencia de la enfermedad en la temporada siguiente. Se ha demostrado que al rociar oligoelementos como zinc, boro y cobre antes de la floración y después de la cosecha de la fruta se puede controlar o minimizar la incidencia de malformaciones.
La enfermedad se transmite principalmente a través de material vegetal infectado. La producción de hongos se ve favorecida por condiciones de humedad excesiva en el suelo, infestaciones de ácaros, infecciones por hongos, virus, herbicidas y otros compuestos tóxicos. Las deficiencias de hierro, zinc y cobre también pueden causar malformaciones. La enfermedad se propaga lentamente dentro de los huertos afectados. Una prevalencia de temperaturas entre 10 y 15 °C promueve el desarrollo durante la floración.