Cebolla

Mancha púrpura de la cebolla

Alternaria porri

Hongo

Resumen

  • En las hojas más viejas y en los tallos de las flores se observan pequeñas manchas hundidas, irregulares y blanquecinas.
  • A una humedad relativa alta estas lesiones se convierten en manchas elípticas de color marrón o morado, con zonas concéntricas claras y oscuras en su centro.
  • Las hojas o los tallos de las flores se marchitan y la planta muere.

También se puede encontrar en

2 Cultivos

Cebolla

Síntomas

Los síntomas dependen principalmente de la humedad relativa (HR) del ambiente. Primero en las hojas más viejas y en los tallos de las flores aparecen pequeñas manchas hundidas, irregulares y blanquecinas. Si la HR permanece baja, no se observa mayor desarrollo. Sin embargo, a una HR alta estas lesiones se convierten en manchas elípticas de color marrón o púrpura con zonas concéntricas claras y oscuras en su área central. Con el tiempo estas lesiones pueden crecer varios centímetros de longitud y desarrollar un borde amarillento. Las lesiones pueden unirse y constriñir el tallo de las hojas o las flores, lo que causa marchitez y luego la muerte. Si las lesiones se producen durante la cosecha también pueden atacar los bulbos, principalmente en el cuello. Los síntomas durante el almacenamiento se observan como una pudrición de aspecto esponjoso y color amarillo oscuro a rojizo en las escamas externas o internas de los bulbos. Esta enfermedad puede afectar a la cebolla, el ajo y el puerro.

Recomendaciones

Control orgánico

Hasta la fecha no existe ningún método de control biológico eficaz contra esta enfermedad. Se ha utilizado el hongo antagonista Cladosporium herbarum para inhibir el patógeno Alternaria porri mediante contacto "in vivo", reduciendo la infección en un 66.6%. Otros hongos han sido mucho menos efectivos, por ejemplo, Penicillium sp. (54%). Al usar una mezcla de varios antagonistas se puede conseguir una disminución de hasta el 79.1%. Sin embargo, hasta ahora no se han desarrollado productos comerciales en función de estos hallazgos. Pueden usarse extractos acuosos de Azadirachta indica (neem) y Datura stramonium (estramonio) como método de control biológico de la mancha púrpura.

Tratamiento químico

Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Es necesario proteger a la mayoría de los cultivos comerciales de cebolla contra la mancha púrpura mediante el uso repetido de fungicidas protectores. Para fines preventivos se pueden rociar soluciones a base de los fungicidas boscalid, clorotalonil, fenamidona y mancozeb (todos entre 0.20 y 0.25%) cada quince días comenzando un mes después del trasplante. Los fungicidas de cobre están registrados para mantener bajo control la mancha púrpura, pero no son muy eficaces. Alterne con fungicidas de diferentes familias para evitar el desarrollo de resistencias.

Qué lo causó

La mancha púrpura es causada por el hongo Alternaria porri. Sobrevive durante el invierno en los residuos de cultivos infectados o cerca de la superficie del suelo. Reanuda su ciclo de vida con la producción de esporas a medida que las condiciones se vuelven cálidas y húmedas en la primavera. El viento, el agua de riego o el agua de lluvia que salpica dispersan las esporas a plantas y sembradíos sanos. La enfermedad se desarrolla en condiciones favorables de temperatura de 21 a 30 °C y 80 a 90% de humedad relativa. La incidencia de la enfermedad y la intensidad de los síntomas también dependen de la temporada y las condiciones del sitio. Cuando se manifiesta junto con el tizón de Stemphylium, los daños pueden ser graves. La resistencia a la mancha púrpura depende principalmente del espesor de la cutícula. Esta resistencia puede disminuir, por ejemplo, con las lesiones producidas durante el trabajo de campo o después de una tormenta de arena.


Medidas preventivas

  • Asegúrese de usar semillas de fuentes certificadas.
  • Si es posible, siembre y trasplante al inicio de la temporada.
  • Elija variedades resistentes en caso de haberlas disponibles.
  • Are el sembradío de 2 a 3 veces entre una temporada y otra para exponer el hongo a la radiación solar.
  • Aumente el espaciado entre las plantas al trasplantar.
  • Fertilice abundantemente con nitrógeno y fósforo para producir plantas fuertes y saludables.
  • Mantenga bajo control las malezas en el sembradío y los alrededores.
  • Retire los residuos y las plantas espontáneas después de la cosecha.
  • Tenga precaución de no dañar las plantas durante el trabajo de campo.
  • Al rotar los cultivos cada 2 o 3 años se evita que las poblaciones de patógenos se acumulen a niveles altos.
  • Almacene los bulbos a entre 1 y 3 °C y una humedad del 65 al 70% en un refrigerador bien ventilado.
  • Mantenga bajo control los trips de la cebolla, ya que las plantas debilitadas por ellos son más susceptibles a padecer la enfermedad.

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