Pseudocercospora pistacina
Hongo
La enfermedad causa manchas necróticas circulares a irregulares, de color café a café oscuro, en ambos lados de los folíolos. En las hojas, estas manchas pueden volverse muy numerosas y alcanzar de 1 a 2 mm de diámetro. Con el tiempo, la lámina de la hoja se vuelve gradualmente de color verde pálido y luego pardusca, comenzando desde los márgenes y extendiéndose hacia la nervadura central. Las infestaciones intensas pueden hacer que las hojas se marchiten y caigan prematuramente. También se pueden formar manchas muy pequeñas en las frutas. Las epidemias severas de esta enfermedad pueden causar defoliación prematura y reducir el vigor de los árboles. El inicio de los ataques comienza generalmente en abril, a partir del inóculo encontrado en la hojarasca del año anterior.
A partir de la aparición de los primeros síntomas, pulverice con productos a base de cobre o azufre. Las aplicaciones deben realizarse después de que los frutos hayan alcanzado un tamaño de aproximadamente 1 cm para evitar daños fitotóxicos en los frutos muy jóvenes.
Opte siempre por un manejo integrado de plagas con medidas preventivas y tratamientos biológicos, si están disponibles. A partir de la aparición de las primeras manchas, pulverice 2 ó 3 veces con productos que contengan el principio activo tiofanato-metilo. Los tratamientos con fungicidas a base de zineb, mancozeb, clorotalonil o fungicidas de cobre también son efectivos, pero deben aplicarse después de que los frutos hayan alcanzado 1 cm de tamaño para evitar daños fitotóxicos en los frutos muy jóvenes. Alterne los diferentes principios activos para evitar el desarrollo de resistencias. Los tratamientos preventivos a partir de la brotación también son efectivos para prevenir la aparición de la enfermedad.
Los síntomas son causados por varios hongos del género Mycosphaerella, en el área mediterránea principalmente M. pistacina. Pasa el invierno entre la hojarasca del suelo formada con las hojas caídas que se infectaron mientras estaban en el árbol en temporadas anteriores. La contaminación primaria es a través del inóculo fúngico de estas hojas. Las salpicaduras de lluvia ayudan a dispersar las esporas. Las infecciones secundarias son causadas por otro tipo de esporas que también se esparcen por la lluvia o el agua de riego, hasta bien entrada la temporada. Las altas temperaturas entre 20 y 24 °C, el clima húmedo y la neblina son condiciones favorables para la propagación y multiplicación del patógeno.