Tomate

Moho gris del tomate

Mycovellosiella fulva

Hongo

Resumen

  • Manchas difusas de color verde pálido o amarillento en la parte superior de las hojas.
  • Parches de color verde oliva a púrpura grisáceo en la parte inferior.
  • Las hojas se enroscan y se secan.

También se puede encontrar en

1 Cultivos

Tomate

Síntomas

Los síntomas comúnmente se manifiestan en ambos lados del follaje y, algunas veces, en las frutas. Primero se infectan las hojas más viejas y luego la enfermedad se propaga lentamente hacia las hojas jóvenes. En la parte superior de las hojas aparecen pequeñas manchas difusas de color verde pálido o amarillento con márgenes indefinidos. En la parte inferior, debajo de las manchas de la hoja, aparecen manchas de color verde oliva a púrpura grisáceo de aspecto aterciopelado que están compuestas por estructuras que producen esporas y masas de esporas (conidios). Con el tiempo, a medida que las manchas se agrandan, el color de las hojas infectadas cambia de amarillento (clorosis) a marrón (necrosis) y las hojas comienzan a enroscarse y secarse. Las hojas empiezan a caer prematuramente, provocando, en casos severos, la pérdida total del follaje. Ocasionalmente este patógeno provoca enfermedades en las flores o frutas con varios síntomas. Las flores pueden ponerse negras y se mueren antes de producir frutos. Las frutas verdes y maduras desarrollan un área irregular negra de aspecto terso en el extremo del tallo. A medida que la enfermedad progresa el área infectada se hunde, se seca y se parte adquiriendo un aspecto de cuero.

Recomendaciones

Control orgánico

Se recomienda tratar las semillas con agua caliente (25 minutos a 122 °F o 50 °C) para eliminar el patógeno de las semillas. Los hongos Acremonium strictum, Dicyma pulvinata, Trichoderma harzianum o T. viride y Trichothecium roseum son antagonistas del M. fulva y podrían ser útiles para reducir su propagación. En ensayos en invernaderos se ha inhibido el desarrollo de M. fulva en tomates usando A. strictum, Trichoderma viride cepa 3 y T. roseum, al 53, 66 y 84%, respectivamente. Para tratar el moho en secciones pequeñas se puede rociar mezclas de vinagre y sidra de manzana, ajo o leche.

Tratamiento químico

Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Las aplicaciones deben realizarse antes de que se produzca la infección, cuando las condiciones ambientales sean óptimas para el desarrollo de la enfermedad. Los compuestos recomendados para los sembradíos son las formulaciones de clorotalonil, maneb, mancozeb y cobre. Para los invernaderos se recomiendan difenoconazol, mandipropamid, cimoxanil, famoxadona y ciprodinil.

Qué lo causó

Los síntomas son causados por el hongo Mycovellosiella fulva, cuyas esporas pueden sobrevivir sin un hospedero desde 6 meses hasta un año a temperatura ambiente (no necesariamente). Cuando las hojas permanecen húmedas durante periodos prolongados y cuando el porcentaje de humedad del ambiente es superior al 85% se favorece la germinación de las esporas. Para que las esporas germinen la temperatura debe ser de entre 4 y 34 °C, ubicándose la temperatura óptima en el intervalo entre 24 y 26 °C. Los ambientes secos y la ausencia de agua superficial en las hojas dificultan la germinación. Los síntomas generalmente comienzan a manifestarse 10 días después de la inoculación con el desarrollo de manchas en ambos lados de las hojas. En la parte inferior se forma una gran cantidad de estructuras productoras de esporas las cuales se propagan fácilmente de una planta a otra a través del viento y el agua que salpica, pero también en las herramientas, la ropa de los trabajadores y en los insectos. El patógeno generalmente infecta las hojas al penetrar a través de los estomas cuando hay mucha humedad.


Medidas preventivas

  • Use semillas certificadas y libres de enfermedades.
  • Siembre variedades resistentes en caso de haberlas disponibles en su región.
  • Plante al comienzo de la temporada para reducir la intensidad de la enfermedad.
  • Ajuste el espacio de separación entre las filas y las plantas para mejorar la circulación de aire y reducir la humedad en el dosel.
  • Identifique si la enfermedad ya se ha manifestado y deshágase de las plantas infectadas tan pronto como las detecte.
  • Evite usar demasiados fertilizantes nitrogenados.
  • Favorezca la circulación de aire dentro del invernadero.
  • Mantenga los niveles de humedad relativa por debajo del 85% y la temperatura durante las noches por encima de la temperatura exterior (apropiadas en invernaderos).
  • Opte por el riego por goteo y evite mojar el follaje.
  • Use estacas, cuerdas o pode las plantas para mantenerla en posición vertical e incrementar el flujo de aire a través y alrededor de las mismas.
  • Retire y destruya (queme) todos los residuos vegetales después de la cosecha.
  • Desinfecte el invernadero en los periodos entre un cultivo y otro y mantenga un excelente nivel de higiene en sus herramientas como entre sus trabajadores.

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