Villosiclava virens
Hongo
Los síntomas son visibles durante la formación de las panículas, particularmente cuando las espiguillas están por llegar a la madurez. En los granos individuales de la panícula se observan masas globulares anaranjadas y aterciopeladas de aproximadamente 1 cm de diámetro. Estas estructuras consisten de una mezcla de tejidos fúngicos y partes florales contenidos en una membrana blanquecina. En etapas posteriores estas bolsas esféricas se revientan y, a medida que se secan sobre los granos, se vuelven de color verde amarillento o negro verdusco. Solo unos pocos granos forman bolas de esporas en una panícula y la enfermedad no es sistémica, es decir, no afecta otras partes de la planta. De cualquier forma, el peso de los granos y las semillas que logran germinar se reducen.
Un método eficaz para reducir la incidencia de la enfermedad es tratar las semillas a 52 °C durante 10 minutos. También puede rociar fungicidas a base de cobre durante la brotación de las panículas (2.5 g por litro de agua). Rocíe el sembradío con fungicidas a base de cobre para controlar la enfermedad e incrementar ligeramente la producción una vez detectada la enfermedad.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Por lo general, no resulta útil tratar las semillas con fungicidas para mantener bajo control la enfermedad. Durante la brotación de las panículas (del 50 al 100%) puede ser de utilidad rociar los siguiente productos: azoxistrobina, propiconazol, clorotalonil, azoxistrobina + propiconazol, trifloxistrobina + propiconazol, trifloxistrobina + tebuconozol. Hay otros productos que pueden ayudar a inhibir eficazmente el desarrollo de la enfermedad una vez que se detecta: aureofungin, captan or mancozeb.
Los síntomas son causados por el hongo Villosiclava virens, un patógeno que puede infectar las plantas en todas las etapas pero cuyos síntomas son visibles solo después de la floración o durante la etapa del llenado de los granos. Las condiciones climáticas determinan los efectos de la infección, ya que el desarrollo del hongo se ve favorecido cuando los niveles de humedad son relativamente altos (>90%), caen lluvias frecuentes y la temperatura se encuentra dentro de un intervalo de 25 a 35 °C. Los suelos con alto contenido de nitrógeno también favorecen el desarrollo de la enfermedad. Las plantas de arroz que se siembran al comienzo de la temporada, por lo regular, tienen menos problemas con el falso carbón que las sembradas posteriormente. En el peor de los casos, la enfermedad se agudiza y puede provocar pérdidas de hasta el 25% del sembradío. En India se han registrados pérdidas de hasta el 75% de los sembradíos.