Cochliobolus heterostrophus
Hongo
Los síntomas varían ligeramente dependiendo de la fuerza del patógeno, la variedad de la planta y las condiciones ambientales. Primero aparecen lesiones de color café, en forma de diamante a alargadas, con márgenes parduscos en las hojas inferiores que luego avanzan lentamente hasta el follaje más joven. Las lesiones son de diferentes tamaños y se extienden más allá de las venas de la hoja. En las plantas susceptibles, las lesiones pueden unirse, lo cual resulta en el deterioro de grandes partes de las hojas. Los elotes también pueden mostrar cubierta grisácea y deformaciones durante las etapas más avanzadas de la enfermedad. La pérdida de productividad debida al daño en las hojas puede ocasionar plantas marchitas con tallos rotos. A continuación, puede ocurrir un aplanamiento.
El biocontrol con el hongo competitivo Trichoderma atroviride SG3403 se ha utilizado con éxito contra la infección patógena. Sin embargo, todavía hay que realizar pruebas de campo para demostrar la eficacia de este tratamiento en las granjas.
Opte siempre por un enfoque integrado con medidas preventivas junto con medidas de control biológico, cuando estén disponibles. La aplicación de fungicidas puede controlar eficazmente la enfermedad si se aplican en el momento adecuado. Considere su aplicación sólo después de ponderar el desarrollo de la enfermedad contra la pérdida potencial de rendimiento, el pronóstico del tiempo y la etapa de crecimiento de la planta. Se recomienda cualquier producto de acción rápida de amplio espectro.
La enfermedad es causada por el hongo Cochliobolus heterostrophu (también conocido como Bipolaris maydis). El hongo sobrevive en los residuos vegetales del suelo. Cuando las condiciones son favorables, produce esporas que llegan a otras plantas con el viento y las salpicaduras de lluvia. Germina en las hojas y puede completar su ciclo de vida (de la infección a la nueva producción de esporas) en 72 horas. El clima húmedo, la humedad de la hoja y las temperaturas que van de 22 a 30°C favorecen el desarrollo del hongo y el proceso de infección. El daño en las hojas reduce la productividad de la planta y puede disminuir el rendimiento si la infección ocurre a principios de la temporada.