Puccinia substriata
Hongo
En ambos lados de las hojas aparecen manchas protuberantes de color amarillo a blanco. A medida que avanza la enfermedad, las manchas se unen y forman pústulas de color naranja rojizo con aspecto de óxido. Las pústulas pueden tener márgenes amarillos y en etapas posteriores llegan a oscurecerse. Las hojas pueden morir a causa de la infección y en casos severos las plantas se desploman. La enfermedad puede desarrollarse en cualquier etapa de la cosecha, aunque las pérdidas más significativas ocurren cuando la infección se desarrolla antes de la floración.
Para controlar la enfermedad de la roya se pueden rociar especies fúngicas como Azadirachtin al 0.15% o Trichoderma viride al 3%. Asimismo puede usar Aspergillus globosum, Chaetomium globosum y Trichoderma koningii.
Opte siempre por un método integral de medidas preventivas con tratamientos biológicos, de ser posible. Para los pequeños agricultores lo más viable económicamente, en la mayoría de los casos, para controlar la roya del mijo es aplicar fungicidas como compuestos de cobre, clorotalonil, azufre o mancozeb.
Los síntomas son provocados por el hongo Puccinia substriata. El patógeno tiene una amplia gama de hospederos alternos, como la berenjena y muchas variedades de gramíneas. El hongo puede propagarse a grandes distancias por medio del viento. Además, el patógeno sobrevive en el suelo, en los residuos vegetales y en hospederos alternos. Una condición favorable para el desarrollo del hongo es que la temperatura sea baja durante la noche (de 15 a 20 °C) y elevada durante el día (de 25 a 34 °C), de manera que se forme rocío en las hojas. Esto incrementa las probabilidades de que se desarrolle la infección.